Tal día como hoy, hace 186
años moría Adela de Batz de Trenquelleon, fundadora de las Religiosas
Marianistas. Adela nació en el año 1789, en plena Revolución Francesa. Le tocó
vivir momentos muy difíciles y peligrosos, especialmente porque su familia pertenecía a la nobleza y su padre
pertenecía a la guardia real de Luis XVI.
Una de las cosas que Adela
nos transmite en sus centenares de cartas es que la vida hay que vivirla a tope, porque no sabemos lo que
puede pasar mañana. Ella repetía muy a menudo que había que aprovechar el
tiempo y para ella aprovechar el tiempo era estar atenta a las necesidades de
los demás, cuidar mucho a sus amistades, visitar a los enfermos, compartir con
los pobres, hablar en toda ocasión a los demás de su amistad con Jesús y de lo
vacía que puede ser la vida de las personas cuando no se acuerdan ni un minuto
de Él.
Durante algunos días la
vamos a recordar a ella y a Guillermo José Chaminade. A los dos les unió una
gran amistad que les ayudó a realizar sus sueños al fundar la Familia
Marianista.
Adela no llegó a cumplir 39
años, pero en su corta vida creyó en la amistad: en primer lugar su
amistad con Jesús y porque hizo amistades extraordinarias. ¿Qué hace
falta para tener amigos tan buenos? Y no sólo para tenerlos, sino para
conservarlos. Porque si piensas en tus amigos actuales, ¿crees que los tendrás
siempre? ¿Qué es un amigo, una amiga de verdad? Adela ha sido capaz de
prolongar sus amistades hasta más allá de su muerte, por eso seguimos hablando
de ella 186 años después.
Oración:
Señor, te damos gracias por
la vida de Adela. Ayúdanos a través de su ejemplo a descubrir el secreto de la
verdadera amistad, y a ser para las personas que nos rodean, los amigos que
necesitan. Amén
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